La casa Corteen es una apuesta por la materialidad como protagonista proyectual. La idea surge en la primera visita a la parcela, cuando se decidió apostar por el acero corten y la piedra del lugar como estrategia de integración de la vivienda al excepcional entorno donde se enmarca… el macizo del monte Montgó. La singularidad de esta vivienda se basa en la composición de los volúmenes que sobresalen y vuelan sobre la terraza, generando zonas de sombra. Estos cubos se originan en la planta primera, que corresponde con los dormitorios, diferenciados entre sí volumétricamente y aportando privacidad entre las diferentes estancias. La materialidad en el exterior también juega un papel fundamental, utilizando una combinación de materiales y texturas, en el que destaca el acero corten y el revestimiento de piedra proveniente de la propia excavación, en contraposición con el interior, donde encontramos espacios blancos y diáfanos, destacando elementos singulares. Al encontrarse la vivienda enclavada en el terreno por la pendiente que presenta la parcela, se genera un patio interior en la parte posterior, donde utilizando como revestimiento la misma piedra de las fachadas, se naturaliza el interior de la planta baja. La terraza se extiende en toda la planta baja, donde se ubica una gran piscina, orientada al sur y que disfruta de unas bonitas vistas. La integración de la vivienda al entorno se consigue con la materialidad, la piedra utilizada y el acero corten simulan los tonos marrones y anaranjados de la pantalla rocosa del Montgó que queda como telón de fondo visual.
Entre bosques mediterráneos y playas de arena, se sitúa Casa Silene, recostada sobre la cara sur de la montaña. La solución de enterrar la planta baja, cuestión tanto técnica como estrategia climática da como resultado una vivienda que ofrece un espacio de transición hacia el espectacular paisaje. La planta baja consta de una zona de día, con las estancias más sociales de la casa, y a cada lado, dos zonas de noche. Además, cuenta con dos patios traseros, asociados uno a la cocina-comedor, y otro a las habitaciones. Así pues, existiendo una preocupación absoluta hacia las cuestiones estéticas y acerca de los efectos plásticos, el diseño de Casa Silene derivara de una acción que responde a una necesidad de lograr soluciones de riqueza singular. La actuación de esta arquitectura moderna y popular se extiende más allá de los limites estrictos del espacio doméstico, parte del conocimiento de la actividad vital no se agota de puertas para dentro, y tiene en cuenta su proyección exterior incorporando elementos que buscan modular y hacer habitable el entorno inmediato… una gran terraza en la planta baja, una pérgola de madera techada con cañizo, una zona de solárium y un porche que sirve de comedor los días de verano.
Sobre una parcela con pendiente pronunciada, con vistas al mar y a la ciudad de Jávea, se ubica la Casa Stena. La volumetría de la vivienda se dispone escalonadamente para adaptarse a la topografía del terreno, generando diferentes niveles. Los muros laterales, que destacan por sobresalir del volumen de la vivienda, se disponen enmarcando y diferenciando la zona diurna y nocturna. Estos muros protegen de las vistas laterales de las viviendas colindantes, mientras la vivienda se abre a las vistas frontales con ventanales en sus estancias principales. En la zona de día destaca un patio singular que dota de iluminación y ventilación a la cocina, aportando una riqueza visual a este espacio diáfano. La simplicidad de las formas se aprecia en el conjunto de la vivienda utilizando materiales neutros, predominando el color blanco, dando protagonismo y remarcando los volúmenes. Junto a la zona de día y el dormitorio principal, el espacio se abre a la terraza en donde se ubica la piscina, zona que disfruta de las mejores vistas de la parcela. Las terrazas accesibles aparecen a distintos niveles zonificando las zonas exteriores y aportando vegetación mediante jardineras que dotan a estas zonas pavimentadas de una riqueza paisajística con la plantación de especies autóctonas. El recorrido exterior que rodea la vivienda permite acceder al entorno de la parcela para disfrutar de la vegetación que la envuelve, creando una conexión directa entre el acceso peatonal y la zona exterior principal. La piedra seca utilizada en los muros de urbanización hace que estos recorridos se integren en el paisaje dejándolos en un segundo plano y destacando visualmente el volumen de la vivienda.
